jueves, 7 de julio de 2011

RENÉ AUBRY O EL HOMBRE QUE TE SUSURRA AL OÍDO.


Puedes subirte a la cuerda más alta de la mandolina de este señor y deslizarte hasta abajo como si fuera un tobogán. Deja que te lleve, no va a ser difícil. Escucha Plaisirs d’amor y te descubrirás esperanzado. Descárgatelo aquí.

Compositor francés, se ha dedicado principalmente a componer para obras de danza y teatro, y, en menor medida, para televisión y cine ( La révolte des enfants (1989) , killer kid (1994), Malabar princess (2004)).

Son un buen puñado los discos que corren a su cuenta, por y sin encargo. Multiinstrumentista, René Aubry despista constantemente si intentas delimitarlo. Sus composiciones combinan armonías y raíces propias de la música clásica con gran variedad de instrumentos y colores:  Las mil y una cuerdas, los sintetizadores más vanguardistas, percusión moderna, clarinete, fagot y un largo etcétera que hará que te teletransportes por canciones, del folclore judío a la Italia renacentista, de la música  experimental a la intimidad más conservadora.

Tratando de mezclar el pasado con el futuro, Aubry nos regala un presente mágico donde sin saber dónde te encuentras, te encuentras a gusto.



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